domingo, 31 de julio de 2011

85 (o de lo que compartí en Nanclares con mis chavales).

<<Yo venía con muchos miedos, de no poder estar a la altura, de que esto no me mereciese la pena. Y tengo que decir que habéis superado mis expectativas. Ha sido genial poder convivir estos días con vosotros. Si tuviese que quedarme con algún momento, tengo tres. El primero, cuando el primer día empezó a llover y parecía que no veníais con muchas ganas al campamento, y yo le decía a Vero: "Vero, ¡esto solo puede ir a mejor!". El segundo, momentos como este, en el que compartís lo que lleváis dentro y se ve lo grandes que sois. El tercero, el que también ha dicho Beñat, el camino hasta San Martín de Don, con Nerea y con él, que fuimos hablando de un montón de cosas profundas y nos reímos mucho muchísimo. Me quedo con este momento porque de nuevo se reafirma la Teoría de la Selección Natural: la edad no importa, si no lo que cada persona tiene dentro de sí.>>

sábado, 30 de julio de 2011

84.

Estáis llamados a algo grande
(Cuando la filóloga se da cuenta de que no hay palabras)

sábado, 9 de julio de 2011

miércoles, 6 de julio de 2011

Lunas alegres no quieren ver soles tristes.

No hay por qué volver, noches largas sin dormir, vuelvo a sentir que viviremos siempre allí. Nadie nos va a hacer morir. Cuéntame un cuento que no acabe en fin. Esta ciudad no se quiere ir a dormir. Siete de julio y no puedo estar... Nadie nos va a robar esta noche. Siente que somos libres.


domingo, 3 de julio de 2011

82.

Lo triste es ver que tus amigos se han hecho viejos antes de tiempo.

sábado, 2 de julio de 2011

No es placer, es necesidad.

Desconectar el móvil para no estar localizable. No pasear por la calle. No usar pijama. Dormir bajo una manta de estrellas. Respirar naturaleza. Vivir con tres pantalones cortos. Apoyar la cabeza en el suelo y caer dormida. Dormir en el suelo. No mirarme en el espejo cada mañana. Dolor de pies. Desaparecer de la vida social. Olvidar que existe el tuenti. Llamar a casa una vez cada dos días. Estar tres días sin ducharme. Confiar en que llegaremos a algún sitio durante el raid. Tocar la guitarra en medio del campo. Estar cansada pero con una sonrisa de oreja a oreja. Redescubrirme a mí misma. Secar la ropa al sol. Comer sandía de postre. Madrugar con el amanecer. Sentir que tu hogar está donde tú estás. Sentir que recibes mucho más de lo que das. Sentir que formas parte de algo grande. Y sentir que no estamos muertos.