miércoles, 28 de marzo de 2012

épocas y épocas

Hay épocas en las que no entiendes nada, en las que no sucede nada, toda tu vida va en plano, si no va para abajo. Y de repente una mañana te levantas y ya no es lo mismo. Algo ha cambiado. Estás expectante, tal vez no sabes por qué en concreto pero estás esperando a que algo ocurra, a que algo estalle, a que el milagro aparezca de un momento a otro. Es una intuición que no me deja vivir sosegada, que no me deja dejar de sonreír. Llevo unos meses de momento favorable, a pesar del desastre que es ahora mi vida. No importa. El tiempo de gracia llega. Y un tiempo de gracia no tiene por qué ser un buen tiempo. Simplemente es un momento de paso, un momento donde ves que algo está ocurriendo, no he sido abandonada a mi suerte, porque si fuera por mi suerte...

Di que todo esto es una peligración y arriesgaré la vida.

lunes, 26 de marzo de 2012

Siempre queda mañana.

Quiero verte amanecer y verte anochecer. Si ayer y hoy nos dan la espalda como amantes que se van, siempre quedará mañana, la mañana de mañana, junto a ti. Hay mucho más de mí en ti que lo que queda dentro de mí. Aparcado en el fondo de tus manos comienzo a vivir.

Te doy gracias, Padre, porque sé dónde estás y te veo en la gente. Y es que siempre, después de una gran aventura, viene otra más. Siempre. Siempre. Y si no viene, nosotros la montaremos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Morirse de miedo.

Cualquier día me voy a morir de miedo, de miedo por no poder encajar en la vida de nadie. Porque por una vez, sentía que podía encajar en la tuya, pero el hueco estaba preparada para otra, al menos de momento. Hoy he sido sincera contigo, me alegro mucho por ti y por vosotros. Ojalá, antes de poder proclamarlo a todo el mundo, pueda contarte a ti lo que fuiste para mí. Que, gracias a ti, pude vivir una oscuridad y salir de ella. Las consecuencias de ti fueron mi resurrección, aunque me duela no haber podido ser parte de tu vida.

Hace tiempo que he aceptado una realidad aquí sobre encajar o no. Lo peor que me podría pasar esta Semana Santa es saber que no entro en otros planes. Entonces sí que me moriría, y mucho más que de miedo. Me moriría de angustia. Me moriría de pena. 

Y esta vez, Juan Daniel, no sé si habría alguien ahí para resucitarme.

jueves, 15 de marzo de 2012

:)

Tendrás que aprender a escuchar a ese duende que vive en ti.

domingo, 11 de marzo de 2012

Cirque du Soleil

En mi vida he sentido como en los últimos tiempos que no puedo controlar lo que me pasa. Es decir, sé perfectamente que no puedo controlarlo, pero tengo el recuerdo de que al menos podía decidir qué hacer cada día. Siempre tenía algún plan que hacer. Pero ha llegado un momento en que tengo que elegir y sé que no puedo hacerlo todo. No puedo quedar con todo el mundo que me gustaría. No puedo quedar con todo el mundo que me pide quedar. No tengo tiempo, a veces tampoco ganas. Y entonces esa gente con la que no puedo quedar se enfada, y eso hace que me encierre todavía más en mí misma. ¿Por qué nadie entiende que tengo veinticinco mil cosas que hacer y que necesito ESPACIO? Que he nacido para darme a los demás, sí, pero dentro de un límite. Odio que me estén agobiando con "A ver cuándo quedamos" y que me lo digan las mismas personas una vez al día. Y claro, parece que la egoísta soy yo. Me encantaría saber dónde está la línea, dónde termina su egoísmo y empieza el mío, o viceversa.

Por eso ayer decidí dejar de lado lo que los demás han pensado para mí y plantarme en Antxeta. Porque por un momento quería ser yo la que decidiese, sin pensar en lo que está bien o está mal. Las ganas se me comían y convencerme fue tan sencillo...

domingo, 4 de marzo de 2012

116

Lo único que me da miedo de morirme es hacerlo con la idea de que mi historia no está bien hecha, que Dios no ha sido bueno conmigo y que no ha merecido la pena.