Hay épocas en las que no entiendes nada, en las que no sucede nada, toda tu vida va en plano, si no va para abajo. Y de repente una mañana te levantas y ya no es lo mismo. Algo ha cambiado. Estás expectante, tal vez no sabes por qué en concreto pero estás esperando a que algo ocurra, a que algo estalle, a que el milagro aparezca de un momento a otro. Es una intuición que no me deja vivir sosegada, que no me deja dejar de sonreír. Llevo unos meses de momento favorable, a pesar del desastre que es ahora mi vida. No importa. El tiempo de gracia llega. Y un tiempo de gracia no tiene por qué ser un buen tiempo. Simplemente es un momento de paso, un momento donde ves que algo está ocurriendo, no he sido abandonada a mi suerte, porque si fuera por mi suerte...
Di que todo esto es una peligración y arriesgaré la vida.
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