lunes, 5 de septiembre de 2011

Querido agosto:

Este año has sido un mes diferente. No me has sobrado, a pesar de que llevaba dos meses de vacaciones y que julio ha sido, una vez más, uno de los grandes. Hice lo que mi madre me recomendaba desde hacía mucho tiempo, descansé durante los primeros doce días. Fui a Valladolid, recorrí las calles que recorría cuando vivía allí con una comunidad de otros trece como yo, de los que algunos aún siguen conmigo. Volví a ver el autobús número 2, y la fuente polémica, igual que Fuente Dorada, la plaza mayor, el parque al que yo llamo El Retiro Vallisoletano. Vi anochecer varios días, me recorrí el pueblo andando varias veces y me imaginé campamentos y campos de trabajos allí a montones. Había campos de trigo. Comí en la bodega - qué rica la chistorra - y bailé con mi padre en la verbena. Tragué televisión como boba y me hice unas cuantas pulseras nuevas.

Me marché a Madrid, calor, calor, calor, calor, calor... Sandía, verbenas de pueblos, pólvora, barboca, ping-pong, limpieza, dormir en un colchón azul, polos verdes, el Papa, limpieza de baños por la mañana, italianas en falda, voluntarios de ojos azules, LOST, siestas, JMJ, banderas españolas y de países que ni sabía que existían, luces, fe, - un montón de - risas, mis padres, ver perder al Real Madrid en la Guarida, no poder levantarse por la mañana de cansancio, que nos saquen fotos de imprevisto, cambiar objetos, Danzakoduro en plena puerta de Alcalá, los pasos de Semana Santa a las dos de la mañana, ayudar, inglés y castellano, mochilas rojas y amarillas, el CosmoCaixa, Cuatro Vientos, los bomberos, agua y tormenta, taxis, abrazos y sentirse muy querida.

Mucha fiesta, conciertos, lluvia, La Fuga, Grease, Melendi, dormir en otra casa que no era la mía, pero casi, quedarnos dormidos, muchísimos mensajes al móvil, un cumpleaños muy feliz, fuegos artificiales, moratones y mordiscos, besos y abrazos, bocatas de lomo riquísimos, no dormir casi, muchas siestas escuchando jugar a la Xbox, salir de fiesta con gente que ni te imaginabas, foto Jack Daniels, la falda azul, vida familiar, decir adiós y rezar para que nos toque el Euromillón.

Aunque ya me tocó el premio gordo cuando se sorteó el verano 2011.

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