viernes, 19 de octubre de 2012

140.

Cuando me fui a marchar del colegio, alguien dijo a mi padre que aunque estuviese fuera, aún tenía mucho que aportar a mi centro. Parece que la idea es crear catequistas, y no estamos para eso, porque muchos son los llamados pero pocos los escogidos. La idea es hacerles que vivan algo grande y fuerte. Se siembra con esperanza, no con desesperanza. Nosotros ponemos la semilla y nunca sabes en qué va a acabar. Igual nosotros nunca vemos los frutos, pero algo habrá. Hacerles disfrutar, plantar una semilla que Dios sabe cuándo germinará. Lo que nosotros vemos como un fracaso no tiene por qué serlo para Dios. Que Él nos ayude esta noche.


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