Siempre parece que cuando haces un voluntariado, lo das todo, y que cuando haces un trabajo, te limitas a hacer el mínimo que te piden y ya está. Eso era lo que yo pensaba. Desde que me pagan por hacer lo que hago de voluntaria, ha cambiado mi visión. También es verdad que los que estamos allí trabajando hacemos eso de gratis durante todo el año, y es vocación pura y dura. También es verdad que durante todo el año como voluntaria he estado haciendo los mínimos, sin implicarme. Y es gracioso que aquí me deje la piel. Tal vez tenga que ver con que por primera vez trabajo mano a mano con chicos jóvenes, de mi edad. Tal vez sea eso.
He vuelto a creer en eso de ser monitor de tiempo libre.
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