A veces creo que me he equivocado de carrera y que tenía que haber hecho educación social. Porque hay un montón de niños en el mundo con muchísimos problemas que necesitan ayuda. Y luego yo me quejo de mi vida, y no debería. Lo de siempre, vamos. La misma historia. Pero ahí estoy, por algo.
jueves, 27 de septiembre de 2012
miércoles, 26 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
138.
El peor momento es cuando te planteas si ya te ha dado toda la felicidad que te puede dar. Que igual soy muy exagerada y muy tremendista, seguro. Pero no puede ser que a principio de curso no tenga ilusión. No puede ser. Qué poca transparencia. Creo en ti es una hipocresía. En mí aquí no cree nadie.
viernes, 21 de septiembre de 2012
137.
- Es tu culpa que me haya enamorado de ti por eso que haces ahora.
- ¿El qué?
- Mirarme como me miras y hablarme como me hablas.
(La voz dormida)
- ¿El qué?
- Mirarme como me miras y hablarme como me hablas.
(La voz dormida)
domingo, 16 de septiembre de 2012
sábado, 15 de septiembre de 2012
135.
El momento clave de anoche fue cuando nuestras miradas se cruzaron de un bando a otro, vocalicé "Estoy de acuerdo contigo" y me guiñaste el ojo. Fue un momento puramente nuestro, Romeo. Me da igual que Julieta estuviera a tu lado.
viernes, 14 de septiembre de 2012
134.
Soy una inmadura y una niña egoísta, pero hoy voy a ser mayor, voy a ir y me voy a reír en la cara del peligro. No voy a hacer lo que un día critiqué. Voy a luchar, si es que queda algo por lo que luchar. Aquí o resucitamos o nos hundimos todos.
jueves, 13 de septiembre de 2012
martes, 11 de septiembre de 2012
Querido Jonatan.
Es complicado contestar a una carta tan genial como la que tú me dejaste. En solo una página has logrado captar la esencia de lo que ha sido este año a tu lado. Por un lado muchas risas y mucha crueldad. Y es que somos así, unos criticones y unos crueles con el mundo que nos rodea. Y sé que cuando vuelvas, tú ya no serás tan criticón ni tan cruel. Sé que habrás cambiado. Y sé que yo no, que seguiré siendo la misma que cuando se levanta por la mañana se queja por todo y no se acuerda de dar gracias por un día más.
Pero sí sé que, gracias a ti, las convivencias no volverán a ser lo mismo. No volveré a tener tu apoyo, tu mirada velando por mí, tus risas detrás de mi sitio, tus susurros al oído poniendo verde a la gente, mis gritos porque te vas a duchar y no ayudas a mover sillas, nuestras discusiones de ese matrimonio que nunca seremos. Porque alguien más grande que yo te agarró, pequeño saltamontes, y espero que jamás le dejes.
Gracias a ti, pequeño, por estar ahí. Porque he sido muy dura contigo cuando te ponía en tu verdad. Porque siempre teníamos un rato para mí por las noches. Porque me obligabas a escuchar.
Te echaré de menos. Te echo de menos. Cada día me acordaré de ti y pensaré qué tal te va en la universidad, si ya habrás empezado, si tendrás compañero de habitación o si ya has cambiado tus camisas grises por las negras. Si ya has dejado de ser un niño para ser un hombre. Yo seguiré siendo una niña para siempre. Tendrás que aguantar mi inmadurez, mis brutalidades y mis locuras hasta cuando te vaya a ver en tu primera vez.
Con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente.
PD: Date prisa, que quiero que me cases.
lunes, 10 de septiembre de 2012
domingo, 9 de septiembre de 2012
131.
"Supongo que podría estar bastante cabreado con lo que me pasó, pero cuesta seguir enfadado cuando hay tanta belleza en el mundo. A veces siento como si la contemplase toda a la vez y me abruma, mi corazón se hincha como un globo que está a punto de estallar, pero recuerdo que debo relajarme y no aferrarme demasiado a ella y entonces fluye a través de mí como la lluvia y no siento otra cosa que gratitud por cada instante de mi estúpida e insignificante vida. No tienen ni idea de lo que les hablo seguro, pero no se preocupen, algún día la tendrán".
viernes, 7 de septiembre de 2012
130.
Cuando empiezas a pegarte porque no permites que alguien se quede durmiendo, te niegas a hacer pasteles, tienes más en cuenta el dinero o la sangría que a tus amigos... es que hemos dejado de ser amigos, no tragamos al otro y no estamos dispuestos a hacer nada por él.
Y esto va a estallar. Y más todavía cuando habla gente que nunca habla.
Chanchán.
domingo, 2 de septiembre de 2012
Querido verano.
A cada comienzo de cada tú, tengo miedo de que no cumplas las expectativas. De, al final, tener la sensación de haber perdido el tiempo. Si es verdad lo que dicen los mayas y este tú has sido el último, te has lucido. Has sacado lo mejor de ti. Y lo mejor de mi. He suspendido la asignatura más fácil del curso pasado, y me he ido a cenar a tope por ello. La he recuperado. He caído enferma de cansancio y de rutina. Y me he recuperado. He suspendido el carnet de conducir, que dije que nunca sacaría. Y lo he aprobado.
He conseguido que me paguen por ser monitora de tiempo libre. He conocido a compañeros maravillosos, que me han devuelto la fe en el servicio a los pequeños. He vivido la fiesta de la Virgen de la Guía, como siempre, enfadándome al final, pero disfrutando el resto del día, comiendo crepes y viendo a España ganar una Eurocopa. He viajado en barco. Me he ido a Valladolid y he vivido en mi casa de Valladolid, he tomado el sol a las afueras de esa genial ciudad, que es mi ciudad si estoy allí. He visto construir un ascensor a mano.
He ido a Pradoluengo a montar un hogar de la nada. He crecido, he madurado, he sufrido, he aprendido. He conocido a gente maravillosa. Me he confirmado con otra gente maravillosa que ya conocía. Ha llovido, he cantado, he bailado, he dejado de dormir. He disfrutado. He ido a Saco Domingo. Y les he vuelto a querer muchísimo más que antes.
He viajado a Picos de Europa en un rapto. He resucitado en un beso. He llorado por dentro. He seguido adelante en mis momentos de crisis. He dejado de creer y de confiar, he reído, a todas horas, hasta cuando llovía a las cinco de la mañana. He pasado mucho frío. Me he sentido muy querida.
He salido de fiesta. He vivido en casa. He bailado, me he reencontrado con la gente. He dormido sola y acompañada. He deseado vivir los tres en la misma casa. Me he despedido.
Ojalá existiera un tú donde no habría despedidas, pero siempre lo habrá, supongo. Me diste a mis mejores amigos en verano. Este año ha sido nuestro segundo aniversario. El verano me carga, me da todo lo que necesito para ser feliz. Es mi época de enamorarme locamente de esto que se llama vida. De sentirme querida y especial. Quizá por eso son mis mejores amigos. Porque nadie me hace sentir tan querida y especial como ellos.
¿Por qué las palabras se me quedan cortas?
Gracias a todos los que habéis hecho posible este verano. No os vayáis. Nunca. Yo prometo no hacerlo.
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