jueves, 9 de junio de 2011

AmaPo(L)a

Paula siempre aparece cuando menos se la espera una.

Durante el último agosto, fiestas de Portugalete, me recorrí la zona de fiesta buscándola, alrededor de medio kilómetro más o menos. De una punta a otra. Estaba allí y yo también, pero no nos encontrábamos. Sergio iba conmigo y yo llevaba una rayada encima del copón. Tengo pocos recuerdos de en qué se me notaba, pero sé que alguien me estuvo llamando al móvil, miré la pantalla, lo silencié y me lo metí al bolso.

Llegamos al final de la zona de fiesta, donde quedaba solamente una cuadrilla bebiendo. Mirábamos y mirábamos entre la gente, pero no estaba allí. O no la vimos. Porque cuando Sergio, en un intento desesperado y de locura, gritó ¡PAULA!, ella apareció. Sonriendo. Nosotros también nos reímos. Y es que a pesar de que lleve una rayada encima del copón, Pola siempre me hace sonreír. Y esta mañana cuando me la he encontrado en el metro, a ella y a su bendita madre, no podía creerme que estuviera allí. La gran sorpresa del día ha sido ella.

La chica es una grande, qué le voy a hacer. Es más chicaduende que yo.

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