domingo, 30 de octubre de 2011

Salmo 126.

Canto de peregrinación. 
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, 
nos parecía que soñábamos: 
nuestra boca se llenó de risas 
y nuestros labios, de canciones. 
Hasta los mismos paganos decían: 
"¡El Señor hizo por ellos grandes cosas!"
¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros 
y estamos rebosantes de alegría! 
¡Cambia, Señor, nuestra suerte 
como los torrentes del Négueb! 
Los que siembran entre lágrimas 
cosecharán entre canciones. 
El sembrador va llorando 
cuando esparce la semilla, 
pero vuelve cantando 
cuando trae las gavillas.

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