No es lo mismo ser ojazos que ser bocazas. Y yo soy las dos cosas a ratos. A bastantes ratos lo de bocazas. Mamá siempre dice que lo heredé de papá, ambas cosas para ser exactos.
Un truco para esos momentos en que te gustaría pegar una contestación y hacer daño, pero en el fondo sabes que no debes hacerlo, es el agua. Llenas la boca de agua y la mantienes ahí durante el tiempo que haga falta. No la bebas. Si la bebes, lo más seguro es que empieces a decir cosas que no quieres decir. Con el tiempo, te acostumbrarás a tranquilizarte y a pensar antes de hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Te atreves a decir algo?