Solo dando vueltas por Bilbao con lluvia y con un chico de ojazos azules se puede terminar hablando de cómo nos conocimos. Piénsalo. Cuando conoces a alguien, si supieras de verdad lo que va a significar en tu vida, quizá darías media vuelta, corriendo, en vez de sonreír y dar dos besos. Otras veces, te echarías a reír, abrirías mucho los ojos diciendo No me lo creo.
Pero como gracias a Dios no lo sabemos, no solemos poner atención a cómo conoces a la gente.
Ojazos sí.
Hoy me ha recordado cómo me conoció a mí, cómo conoció a Edu, a Sandra, a Ferry, al Hombre Bala, a Martatxu, a Sito, y a un largo etc.
Llegará un día, Ojazos, en que contarás la historia de cómo conociste a tu chica.
Sino, acuérdate de siempre de lo monísimos que saldrían nuestros hijos, qué ojazos, qué listos, ¡qué guapísimos!
Así que cuando inaugure la nueva sección de How I met, el primero irá para él.
Uy, uy, uy, me parece que La Chica Duende tiene algo que contarme... Lalalala xD. Tenemos una concversación pendiente, querida, esto no puede ser :D
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